miércoles, 6 de octubre de 2010

La partida

Ordené sacar mi caballo del establo. El criado no me comprendió. Fui yo mismo al establo, ensillé el caballo y monté. A lo lejos oí el sonido de una trompeta, le pregunté lo que significaba aquello. Él no sabía nada, no había oído nada. En el portón me detuvo para preguntarme:
- ¿Hacia donde cabalga el señor?
- No lo sé - respondí - Solo quiero irme de aquí, solamente irme de aquí. Partir siempre, salir de aquí, sólo así puedo alcanzar mi destino.
- ¿Conoce, pues, su destino? - preguntó él.
- Sí - contesté yo-. Lo he dicho ya. Salir de aquí, ese es mi destino.

Franz Kafka